Esta compresión puede ser causada por músculos, huesos, ligamentos o arterias faciales o del cuello. En la mayoría de los casos, su cirujano puede decirle cuál es la causa más probable de compresión nerviosa según la ubicación anatómica del desencadenante y la calidad del dolor de cabeza y los síntomas asociados.
El objetivo del procedimiento es descomprimir los nervios atrapados que son responsables de los síntomas de las estructuras circundantes (músculo, hueso, ligamento o arteria).
La toxina botulínica relaja los músculos. Si sus síntomas son causados por un músculo que comprime el nervio, lo más probable es que sienta una mejoría. Sin embargo, si el nervio está comprimido por una arteria, hueso o ligamento, es poco probable que mejore.